Empoderando a los Condóminos y Comunidades
Más Fuertes Unidos, Derechos
Protegidos
Tu propiedad sin
opacidad
Empoderando a los Condóminos y Comunidades
Más Fuertes Unidos, Derechos
Protegidos
Tu propiedad sin
opacidad
La Asociación defiende los derechos de los condóminos frente a reformas que permitirían dividir, fusionar o anexar su condominio sin su consentimiento. Esto afectaría el valor y la estructura de su inversión, obligándolos a asumir gastos adicionales sin aprobación previa.
Empoderamos a los condóminos para fiscalizar y exigir cuentas claras a los administradores. Algunas gestiones deshonestas operan con medias verdades, ocultan información, manejan los fondos comunes de forma irregular o benefician a ciertos intereses particulares.
Tras las victorias legales de los condóminos, impulsamos mayor conciencia sobre la importancia de la fiscalización en la administración. Más propietarios tomaron acción, exigiendo transparencia y equidad en sus condominios. Seguimos fortaleciendo la defensa de sus derechos.
En condominios donde los desarrolladores no construyeron nada ni pagaron la cuota, el faltante fue cubierto por los demás. Así, los condóminos financiaron la presencia del desarrollador, quien votó en las Asambleas y tomó decisiones que, incluso, no siempre respondían al interés común. Asesoramos a los condóminos para acudir a la justicia y lograron ganar el caso.
Descubrimos que en varios condominios, los desarrolladores terminaron la construcción hace años, no desarrollan nada, pero mantienen su presencia sin pagar la cuota de mantenimiento, lo cual es ilegal. Denunciamos estos abusos y exigimos el respeto a los demás condóminos.
El grupo sigue creciendo con más propietarios que buscan apoyo ante problemas de gestión en sus condominios. Se refuerza la estructura interna, se amplían las redes de colaboración y se preparan acciones para exigir mayor transparencia a los administradores.
La Asociación surge como un grupo informal ante la falta de representación de los propietarios. Se crea un espacio para compartir experiencias, denunciar abusos y exigir transparencia en la administración de los condominios. La necesidad de una voz independiente se hace evidente.
La membresía es gratis porque creemos que la participación de todos es fundamental para fortalecer la comunidad y lograr un impacto positivo.
El afiliado institucional está dirigido a empresas o entidades que deseen colaborar con la Asociación para fortalecer la defensa de los condóminos.
La Asociación de Condóminos de Costa Rica (ACCR) es una organización sin fines de lucro dedicada a defender los derechos de los condóminos. Iniciamos como un grupo informal en 2019, compartiendo experiencias y soluciones sobre temas condominales. Apoyamos las reformas que se implementaron en 2022, pero fue con la presentación de la reforma de la Ley 7933 en noviembre de 2024 cuando vimos la necesidad de formalizarnos como una organización oficial. Desde entonces, nos hemos consolidado como la voz de los propietarios de condominios, luchando por una gestión transparente, justa y responsable, y defendiendo el derecho de propiedad de los miles de propietarios que poseen sus viviendas en los condominios del país.
Los desarrolladores y los administradores están bien organizados, tienen instituciones que los respaldan, cuentan con recursos y una red sólida que les permite impulsar sus intereses de manera efectiva. Los condóminos, en cambio, no actúan de forma coordinada, lo que los hace más vulnerables frente a decisiones unilaterales o abusos.
Vivir en un condominio implica cumplir obligaciones, pero también otorga derechos. Sin embargo, con frecuencia se habla solo de las obligaciones y se silencian los derechos. En ACCR trabajamos para visibilizar y promover los derechos de los condóminos. Unidos, somos más fuertes.
Al unirse a ACCR, usted estará apoyando una causa que defiende los derechos de los propietarios, promueve una gestión responsable y busca asegurar que las administraciones actúen con transparencia y eficiencia. Además, tendrá la oportunidad de aportar ideas para mejorar la gestión en los condominios, participar activamente en la construcción de soluciones colectivas y colaborar con otros condóminos en el fortalecimiento de comunidades más justas y organizadas.
Unirse a la ACCR es fácil y gratuito para los condóminos. Hace click para hacerte un miembro.
Puede afiliarse como miembro individual o institucional. Solo debe ingresar a nuestra sección de afiliación y completar el formulario correspondiente.
La membresía para condóminos es completamente gratuita, porque sabemos que ya enfrentan múltiples cargas: cuotas ordinarias, extraordinarias y, en muchos casos, deben asumir los costos de una administración ineficiente o incluso abusiva. No queremos ser una carga más, sino una herramienta de apoyo.
Nuestro objetivo es ayudar a los condóminos, informar, defender sus derechos y promover una administración transparente.
Las instituciones que compartan esta visión y deseen colaborar con nuestra labor pueden unirse como miembros institucionales mediante una contribución, que permite a la ACCR continuar sus esfuerzos y ampliar su impacto.
Para garantizar la alineación con nuestra misión y valores, todas las instituciones que soliciten su afiliación deberán presentar sus documentos de constitución y otros materiales de respaldo que demuestren un compromiso genuino con la transparencia, la buena gestión y la defensa de los derechos de los condóminos. La ACCR revisará esta documentación como parte del proceso de aprobación de membresía.
La membresía para los condóminos en ACCR es completamente gratuita. Sabemos que a los condóminos ya se les cobra por todo: enfrentan cuotas condominales elevadas, gastos inesperados y, muchas veces, todo ello ocurre sin claridad ni control. No queremos ser una carga más.
Sin embargo, si valorás nuestro trabajo y querés apoyar esta causa que defiende los derechos de los condóminos, promueve la transparencia y lucha por una mejor gestión, podés hacer una contribución voluntaria.
También las instituciones que compartan nuestra visión pueden colaborar con donaciones para fortalecer este esfuerzo ciudadano.
Solo tenés que hacer clic en el botón Donar.
¡Cada aporte, por pequeño que sea, nos ayuda a seguir adelante!
Ser parte de la ACCR significa formar parte de una red activa de apoyo, información y defensa para quienes viven bajo el régimen de propiedad en condominio. Nos enfocamos en empoderar a los propietarios con herramientas reales para proteger sus derechos y mejorar la gestión en sus comunidades.
Los condóminos que se afilian a la ACCR tienen acceso a:
• Información clara y actualizada sobre la gestión condominal y los derechos de los propietarios
• Participación en seminarios, talleres y actividades educativas
• Orientación sobre buenas prácticas administrativas y supervisión de la gestión
• Defensa colectiva frente a abusos o situaciones irregulares
• Conexión y colaboración con otros condóminos para compartir experiencias y soluciones
• Espacios para proponer iniciativas y participar en el impulso de políticas públicas
Unirse a la ACCR es un paso para fortalecer tu comunidad, informarte mejor y asegurarte de que tu voz sea escuchada.
Las instituciones que se afilian a la ACCR tienen la oportunidad de formar parte activa de una red comprometida con la transparencia, la buena gestión y la defensa de los derechos en la propiedad en condominio.
Entre los beneficios para los miembros institucionales se incluyen:
• Visibilidad como entidad comprometida con la buena gobernanza en condominios
• Participación en espacios de diálogo, eventos, seminarios y foros organizados por la ACCR
• Oportunidad de colaborar en iniciativas de formación, investigación y promoción de mejores prácticas
• Acceso a información especializada sobre el régimen de propiedad en condominio
• Alianzas estratégicas con otros actores del sector y con comunidades organizadas
Ser parte de la ACCR permite a las instituciones contribuir activamente al fortalecimiento del ecosistema condominal en Costa Rica, construyendo comunidades más justas, sostenibles, bien gestionadas y fortaleciendo los derechos de los propietarios.
La ACCR atiende una amplia variedad de desafíos que enfrentan los condóminos, promoviendo soluciones justas y razonables. Entre los temas más recurrentes se encuentran:
• Abuso y vulneración de los derechos de los condóminos
• Mala gestión y arbitrariedades por parte de los administradores
• Administradores que actúan sin rendición de cuentas
• Desarrolladores que mantienen poder o beneficios en el condominio sin asumir responsabilidades ni contribuir equitativamente.
• Falta de transparencia en la gestión de los fondos comunes
• Conflictos de convivencia y vida en comunidad
• Cuotas excesivas y gastos no justificados
• Ausencia de representación real de los intereses de los propietarios
• Administraciones que anteponen sus propios beneficios o los de los desarrolladores, dejando de lado los intereses de los condóminos.
Puede contactarnos a través del formulario en línea, enviarnos un correo electrónico a direccion@asocondocr.org o llamando al número de teléfono +506 8504 2151
Antes de unirme a la ACCR, sentía que los pequeños propietarios como yo no teníamos ningún peso en las decisiones del condominio. Los desarrolladores y administradores llegan con sus abogados, sus planes bien trazados y una influencia que siempre los favorece, mientras nosotros apenas lográbamos enterarnos de lo que pasaba. Me sentí diminuto, perdido en mi soledad, como un eco olvidado, sin rumbo ni respuestas.
Siete años llevo viviendo en condominio, y cada asamblea era como un teatro mal montado. La administración llegaba con su show de proyectos ‘extraordinarios’ y tres cotizaciones bajo el brazo: una carísima que saltaba a la vista, otra un poco más suave, y la tercera, la “económica”, que parecía un regalo al bolsillo de los propietarios. Como el golpe financiero siempre lo sentimos nosotros, votábamos por la barata sin rechistar, aunque algo en los precios y las condiciones me olía raro—nunca cuadraban del todo. Hasta que llegó la ACCR y me abrió los ojos. Me dieron confianza, me explicaron mis derechos con claridad, y con mis vecinos nos pusimos a hurgar. Descubrimos el truco: esas tres cotizaciones eran puro cuento. Siempre una inflada a tope, otra rebajada un poco, y la tercera, la ganadora, venía de una empresa vinculada a la administración. Pedimos las cotizaciones por nuestra cuenta, directo de otras empresas, y mae: nos estaban clavando el doble o el triple de lo que valía. Siete años de ese juego sucio me tenían harta, pero encontrar a la Asociación de Condóminos fue un respiro.
Ahora defienden mis derechos como inversionista minorista, me arman con herramientas para no dejarme pisotear, y me hacen sentir que mi voz pesa y mi inversión vale. Ya no soy solo una billetera para la administración: ahora conozco mis derechos, los hago responsables y defiendo lo que es mío.
Ser parte de la Asociación de Condóminos (ACCR) ha sido una de las mejores decisiones que he tomado como propietario. La ACCR se ha convertido en una gran ayuda para quienes, como yo, somos pequeños inversionistas tratando de proteger lo que con tantos ahorros y esfuerzo hemos conseguido.
Recientamente, cuando vi que las cuotas subían y las explicaciones que nos daban eran tan confusas que no se entendía nada, una vecina me habló de ACCR y decidí unirme. Los administradores y desarrolladores siempre tienen sus intereses bien cubiertos; cuentan con recursos, contactos y una red que parece diseñada para favorecer solo a ellos mismos, dejando a los propietarios de a pie en una posición vulnerable.
Este grupo nos da voz y nos respalda frente a decisiones que, de otro modo, solo beneficiarían a los grandes jugadores. La Asociación trabaja para garantizar que todos los propietarios, sin importar el tamaño de su inversión, tengan los mismos derechos, asegurando que el derecho de propiedad de cada uno sea protegido y que nadie pueda quitar o modificar su propiedad sin su consentimiento
Cada vez hay más gente viviendo en condominios. La gente busca una vida más económica compartiendo los gastos de seguridad y áreas comunes como la piscina o la casa club.
A veces, la gente no se da cuenta de que los procesos de la administración del condominio, que maneja el dinero de los propietarios, no son diferentes a los de cualquier otra organización, ya sea una empresa privada o una institución pública. Los administradores deberían estar sujetos a un control estricto, fiscalización y supervisión por parte de los propietarios. Pero eso es justo lo que muchas administraciones no quieren: que las fiscalicen. Sin control, se les da luz verde al despilfarro, el abuso y hasta el fraude, y ahí es donde algunos sacan ventaja.
Hay administraciones que juegan sucio, aprovechándose de la falta de control. Operan en la oscuridad, dicen medias verdades, ponen trabas para acceder a la información del interés común y terminan beneficiándose ellas mismas o a personas con las que están coludidas. Eso es un gran riesgo.
Incluso si la administración es buena, si no se la controla, se vuelve menos eficiente y todo se cae. También hay un peligro serio de fraude porque la tentación es mucha.
Revisando los papeles financieros de nuestro condominio, donde vivo con mis hijos, nos dimos cuenta de que estábamos pagando facturas altísimas de mantenimiento y reparaciones. Investigando, descubrimos que la administración había hecho esos trabajos en otro condominio, pero pidió a los proveedores que facturaran a nombre del nuestro. O sea, pagamos por servicios que nunca recibimos. Ahora estamos en plena investigación, y lo que encontramos es una vergüenza.
Así que ojo. Hay que revisar hasta el último colón, o te van a sacar la plata.
La diferencia que hace la Asociación de Condóminos (ACCR) es evidente para cualquiera que haya lidiado con administradores o desarrolladores. Ellos se protegen entre sí, formando una especie de club exclusivo donde solo importan sus ganancias, dejando a los pequeños inversionistas como yo a un lado. En mi condominio, la empresa desarrolladora no pagó la cuota—aunque va contra la ley—y los demás condóminos sufrimos esa carga, distribuyendo el faltante entre nosotros. Sin embargo, el desarrollador siempre votaba en las asambleas; no pagaba, pero votaba, tomando decisiones como aumentar la cuota o el presupuesto sin sufrir las consecuencias de esos acuerdos tomados, lo que no es justo. Por eso no le importaba si los servicios eran extraordinariamente costosos o si realmente los recibíamos con la calidad adecuada. Además, con sus votos lograba nombrar al administrador, que venía de una empresa cercana al desarrollador.
Pero la Asociación de Condóminos pone a los propietarios primero, dándonos fuerza para proteger lo nuestro por derecho: cómo exigir cuentas claras, cómo cuestionar decisiones dudosas y cómo garantizar que la gestión no sea un juego que solo beneficie a unos pocos. En nuestro condominio, la presencia del desarrollador no era clara; no desarrolla nada desde hace años, pero seguía llevándose beneficios. Hablé con mis vecinos propietarios y, por la vía judicial, logramos un cambio clave: acabar con ese abuso. Una vez que obligamos al desarrollador a pagar la cuota como debía, todo cambió por completo; ahora el sentido común prevalece en las decisiones, no el lucro de algunos.
Gracias a una amiga, supe de la Asociación de Condóminos de Costa Rica. Ni sabía que existía una asociación que podía representarme y sin pensarlo pedí asociarme. Me tomó si acaso 2 minutos. Me di cuenta que por poco se aprueba una reforma que pareciera de un país como Nicaragua pero no como Costa Rica, ¡qué es eso que me pueden modificar mi derecho de propiedad como si vivir en condominio fuera ser un “sub propietario” o un “dueño de segunda categoría” bajo la autoridad de un desarrollador o un grupo de vecinos que pueden meterse con mi derecho de propiedad. Así no funciona la propiedad en condominio!
Mucho menos, de forma retroactiva como también se pretendía. No estoy de acuerdo. Ese proyecto de ley afecta el valor económico de mi propiedad y socava mi derecho a decidir sobre mi propio hogar.
Yo saqué un préstamo para comprar mi casa en el condominio, hice bien los números para no perderla, pero si este ridículo de reforma llegara a pasar, tanto a mi como a cualquier otro condómino, le puede suceder que la cuota nos aumente y no podamos pagarla o tengamos que pagar menos al banco y ahí sí, estaremos en problemas. No dar la lucha ahora es prácticamente resignarse a vivir en riesgo e incertidumbre, por mí y por mi familia, no puedo ni lo voy a permitir.
Me uní a la Asociación de Condóminos hace dos semanas, porque estoy muy preocupada por mi derecho de propiedad en mi condominio. Ahora, con el proyecto que elaboraron los asesores de los desarrolladores, les dan demasiada flexibilidad sin responsabilidad, y todo esto corre por nuestra cuenta, los condóminos.
El proyecto de Ley 24.640, que salió de repente y con tanta prisa el pasado noviembre, permite modificar nuestro derecho de propiedad en régimen de condominio solo con la decisión de la mayoría. Y aún más desastroso, lo quieren hacer de manera retroactiva, afectando a montón de gente. Es un absurdo. Yo hice mi estudio, revisé el Registro Nacional, compré una propiedad y ahora quieren introducir una ley que permite que mi condominio sea fusionado, unido o dividido con otros condominios o incluso fincas, cambiando así mi derecho de propiedad privada por decisión de la mayoría, sin mi consentimiento. Esto es muy peligroso. De haber sabido que esto podría ocurrir, nunca hubiera comprado.
Mi propiedad tiene un coeficiente de propiedad registrado en el Registro Nacional del 1.8%, y si la unen con quién sabe qué, voy a terminar con un 0.5%, por ejemplo. Por supuesto, esto cambia mi derecho de propiedad y representa una clara vulneración de mis derechos fundamentales. Al adquirir mi propiedad, lo hice con la expectativa de que mi inversión se mantendría estable y segura.
Las características correspondientes de mi propiedad y coeficiente de propiedad, fue un factor determinante en mi decisión de compra. Ahora, con el proyecto de la ley, se pretende alterar radicalmente esas condiciones, sin mi consentimiento. ¿Qué es esto?